
Capitulo I: Desesperada soledad.
¿Me queres? Lo pensé pero no se lo pregunté. Y después salí rápido, como de costumbre llegaba tarde al colegio. Mientras iba en camino… pensaba: ¿quien seria yo en el nuevo colegio?
No quería ser ni la típica fracasada que estudiara, ni la típica porrista popular, quería ser una mas de las normales dentro de la escuela.
A la mañana me había peleado con Libertad, mi mama, así le digo cuando estoy enojada. Todos los días la misma discusión, ella dice que yo estoy obsesionada con mi cuerpo, y no es así. Querer adelgazar unos kilos no es estar obsesionada.
Ya había llegado a la escuela puse mi mejor cara de simpática, y entre como si nada. Cuando me di cuenta ya estaba dentro de la clase, una clase numerosa, con un grupo ya armado, como había dicho previamente de un lado estaban las chicas superficiales que solo te miraba con cara de asco. Y del otro las chicas “nerds”, así las llamaban, con los libros en el banco, y la mano levantada. Yo busque un banco alejado de los dos grupos y me senté con paz, una persona tolerable, aparentemente normal.
Una cosa de lo que si soy obsesionada es de observar y analizar a las personas. Paz no tenia nada de raro, solo le note un par de moretones en los brazos, lo que me llevo a pensar que no tenía una vida demasiado feliz. Mucho no hablamos, trate de sacarle tema, pero solo me contestaba con onomatopeyas. Así que no seguí insistiendo. El resto del día, fue tan normal como en los colegios anteriores, me cambie varias veces, y en todos fue lo mismo. Libertad quiere que consiga amigas, amigas con las que pueda hablar y contarles mis secretos, o al menos un amigo, que ese amigo tenga amigas con las cuales pueda hablar y contarles mis secretos. A libertad siempre le gusto manejarme la vida… si lo hiciera por mi bien, también lo haría con azul, mi hermana, pero con ella no lo hace… lo hace conmigo por que piensa que yo no soy normal. Nunca me lo dijo, pero se que lo piensa.
Mi familia no es normal. A mi papa nunca lo conocí, de echo no se si sabe que existo, o si lo sabe, nunca le importó. Azul es de esas hermanas odiables que siempre queremos ocultar, esas caprichosas que quieren ser como vos, que te buchonean, te siguen, te gritan. Todos sabemos de lo que hablo. Con Libertad nunca tuve relación siempre fue distante, fría. Va una vez pensé que realmente me quería. Cuando me mando al psicólogo. Tuve la ilusión de que se preocupara por mí, pero no, me di cuenta que no, cuando la escuche hablar con el dr. Olsen y ella le decía que yo estaba loca. El asentaba con la cabeza. Nunca me cayó bien, pero a alguien le tenía que contar lo que me pasaba, lo que yo sentía, aquellos secretos que mi mama quería saber.
Cuando volví de la escuela, no había nadie en casa, almorcé una manzana y me encerré en mi cuarto a escuchar música hasta que llegó Mario gritando, el novio de mi mama, tampoco me cae bien. Es pedante, machista, y alcohólico. Pero bueno es su vida yo no me voy a meter, así que no hice el intento de salir de la pieza para saber que pasaba, al contrario subí el volumen. Al rato me golpea la puerta y me dice que lo baje. Justo tenia que ir al psicólogo, así que lo apague, agarre mi mochila y me fui.
Fue mi cuarta sesión con Olsen, y no hace más que estudiarme. No tengo mas ganas de ir. No me ayuda. Pero igual fui, pero como ya sabia, iba a estar ocupado, y me iba a suspender la sesión por suerte. Y así fue. Me fui para la plaza, y ahí estaba la nena hamacándose. Después volví para casa y estaba todo igual. Cene y me tire a dormir.
Los días que siguieron en la escuela y en casa no variaron demasiado. Nunca me sentí tan sola…
Capitulo II: Cambio involuntario
… El reloj empezó andar y el calendario empezó a volar… Ya pasaron 5 años que termine la escuela, nunca logre amigos, nunca los quise. No necesito contarle nada a nadie, lo que tenga que pasar va a pasar. Libertad se separo de Mario, eso le hizo mejor. Pero igual sigue con la idea de que yo estoy loca, y que junto a Olsen me van a encontrar el desperfecto. No se que creen, pensaran que soy una rata para probar algún invento. ¿Serán ellos los locos, y me quieren hacer creer que yo lo estoy? ¿Serán ellos la causa de mi soledad?, no eso no, la causa de mi soledad es mi propia sombra que no deja que nadie se acerque. Aquella negra que todos tenemos y solo se ve cuando alguien enciende una luz. Aquella que se esconde bajo la cama. ¿Serán ellos la causa de mi locura? No. Si yo no estoy loca. Eso lo se. Todo el mundo tiene secretos.
Hoy tengo que ir a lo de Olsen, allá esta Libertad hablando con él. Él debe contarle las cosas que yo hago y digo. Ya estoy adentro esta todo igual, no hay nada raro, aunque en el fondo se que si, se que hay algo fuera de su lugar. El escritorio blanco reluciente, como a él siempre le gusto, arriba a la derecha la lámpara negra, a la izquierda una hoja y una lapicera. Las cuatro paredes que la rodean son blancas, blancas como una hoja de papel, sin un rayón. En la esquina de la habitación una planta, a la cual él regaba todos los días. Era algo obsesivo con esas cosas, a el siempre le gusto estar presentable y que todo este en su lugar, limpio. Ellos ahí sentados, los dos. Uno frente al otro, con una sonrisa en la cara. Disfrutaban de mí. Se ríen a mis espaldas. Yo trato de aparentar ser lo mas normal posible.
Es que lo soy, pero ellos no lo entienden. Ellos hablan mientras yo espero que empiecen analizarme, igual ya lo estaban haciendo, lo veo en sus miradas. Les digo pacientemente: - Salgo a tomar aire y vuelvo en un rato.
Ahora estoy en casa, estoy tardando mucho, capaz sospechen que no tenia ganas de escucharlos. Que no tenia ganas de sentir sus burlas. Ya estoy de nuevo en el consultorio, se ve que no notaron mi ausencia. Mejor. Sigue todo igual, ellos siguen riéndose y mirándome, no me gusta, me saca. ¿Estarán esperando algo de mí? Que dejen de mirarme. Me acerco al escritorio y le digo a Olsen en el oído: - Yo no estoy loca Olsen, el loco es usted por pensar que puede estudiarme, por notar algo raro en mí.
Y lo maté no me dejo otra opción, le clavé un cuchillo por la espalda y le di 5 puñaladas. ¿Me queres? Lo pensé pero no se lo pregunte. Y la maté, yo le dije que no quería amigas. Mientras la mataba le decía: - mama, yo no estoy loca. No estoy loca….
Al final… Yo tenia razón, si había algo raro, ahora las paredes están sucias...
Capitulo III: Secretos revelados
¿Que podía hacer yo? Lo que iba a pasar, iba a pasar. No había vuelta atrás. Ellos ya sabían mi secreto. Ahora estoy en la cárcel, hace 22 años que estoy encerrada acá. Nunca me arrepentí de lo que hice. Nunca mas limpie las paredes del consultorio, a Olsen le gustaba tener las cosas limpias, seguro debe estar enojado conmigo. Comparto la celda con Paz, ella iba terminar matando al papa que era el causante de sus moretones, yo ya lo sabía. Azul de vez en cuando viene a visitarme, pero a mi no me gusta verla. Ella cree que yo estoy loca. Las veces que viene se pone a llorar. Ella siempre fue algo sensible con mama. Ella la quería, era la preferida. La loca era yo.
Pero… ¿como íbamos a explicar mi secreto? ¿Quien nos iba a creer?... 5 años tardaron para darse cuenta lo que me pasaba.
5 largos años de sufrimiento para darse cuenta que yo podía saber lo que iba a pasar, pero que no lo podía cambiar. ¿Por que tardaron tanto?, ¿Por que no me preguntaron? Aaa si, por que yo era la loca. Por eso no me preguntaba. Por que yo estaba loca….
Y como si fuese poco, yo todavía no nací….
Soledad.